Escribe : Raúl Sánchez Villacorta 

La grave situación por la que atraviesa en estos momentos el Ministerio Público, con pugnas internas y con incesantes batallas con grupos y personajes políticos poderosos hacen necesario que esta institución fije un punto de quiebre que le permita recuperar su estabilidad y reputación en el país.

En ese sentido, el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry Vallejos, haría bien en pensar en la conformación de un Grupo de Notables, entre ellos juristas, constitucionalistas, ex fiscales de la Nación y magistrados supremos que sugieran acciones puntuales frente a la crisis.

Es evidente que ésta tiene varios frentes y no pasa por hacer declinar a Chávarry y a los demás fiscales supremos titulares si no más bien por encontrar la estabilidad interna, y, además, evitar cualquier tipo de interferencia política.

Hay quienes señalan que esta medida ya le ha sido sugerida al titular del Ministerio Público y que, inclusive, se ha hablado de algunos nombres.

Ese Grupo de Notables, según algunas referencias, podría estar conformado por expertos como Antero Flores Aráoz, Raúl Castro Stagnaro, Javier de Balaúnde López de la Romaña, Gladys Echaíz Ramos, José Antonio Peláez Bardales, Carlos Mansilla Gardella y Domingo García Belaúnde.

Todos ellos son reconocidos por su defensa de la democracia y porque creen en la  separación de poderes, sin interferencias de ningún tipo, y reconocen, además, que la Fiscalía es una institución jerárquicamente organizada y autónoma.

No son profesionales cuya intención o misión sería defender a alguna persona, o los intereses de ésta, sino a la institución.

Un dato adicional: para la conformación de este Grupo de Notables no es necesaria la autorización o la aprobación de la Junta de Fiscales Supremos; es decir que no existe ley o norma que así lo requiera. Más bien es una potestad del Fiscal de la Nación.